ARCHIVED 1.2.3. Objetivos y ventajas

 

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La lista siguiente presenta los objetivos y ventajas del trabajo terminológico. Haga clic sobre uno de los siguientes títulos para obtener más información.

Difusión de conocimientos

El compartir los datos terminológicos es una forma de mejorar la comunicación, pues favorece el uso uniforme de un término para designar un mismo concepto, y evita los malentendidos ocasionados por el empleo indebido de los términos. Cuantas más personas tengan acceso a su terminología y acepten utilizarla, menos problemas de comunicación surgirán. Si el grupo del que Ud. forma parte se esfuerza por evaluar, sistematizar, normalizar y difundir la terminología de su área de especialización, otros grupos tendrán la opción de adoptar la terminología que su grupo les ofrece y cooperar a su enriquecimiento, o si así lo prefieren, invertir en la creación de sus propios bancos terminológicos. Si todos los demás grupos adoptan la terminología propuesta por su grupo, éste podrá convertirse en una fuente de normalización de facto en su campo.

Enseñanza del vocabulario básico de campos especializados

Es recomendable que los jóvenes comiencen a aprender un lenguaje de especialidad en la universidad o la escuela técnica. Los centros de terminología más reconocidos del mundo se encuentran en las escuelas politécnicas, las de medicina o las de artes y oficios. Una forma de transmitir a los estudiantes la terminología de un campo de especialización es explicándoles los conceptos que ella designa. Así los futuros practicantes podrán entender y adaptarse con mayor rapidez a su medio laboral y, en breve, comenzar a realizar contribuciones valiosas.

Traducción

¿Le ha ocurrido alguna vez que tras enviar un documento a un traductor externo a su organización hubo que cambiar, o simplemente corregir, la terminología utilizada en la traducción? ¿Pudo haber sido porque la terminología no estaba ampliamente difundida o porque, aunque difundida, no se incluía ningún tipo de especificación en cuanto a su empleo? Comunicar al traductor la terminología correcta que debe utilizar en la traducción le permitirá reducir posteriormente el tiempo y el número de correcciones. Incluso si sólo les proporciona las definiciones de los términos en la lengua de partida, los traductores pueden determinar con mayor facilidad el equivalente que deben utilizar comparando la definición de un término en la lengua meta con la definición del término a traducir. En este contexto, la necesidad de compartir la terminología es tan evidente como el imperativo de contar con un servicio de terminología en una agencia de traducción. Dicho servicio de terminología podría administrar una base de datos terminológica bilingüe o multilingüe y mantenerla actualizada, además de elaborar léxicos para los traductores. Así pues, la traducción es otra actividad para la cual la disponibilidad de datos terminológicos estructurados puede resultar de gran utilidad.

Planificación lingüística

La planificación lingüística es un término colectivo que designa una serie de actividades encaminadas a mejorar la comunicación interdialectal e internacional mediante el estudio de las relaciones existentes entre pares de lenguas (o dialectos) o mediante la creación de un nuevo sistema lingüístico (ANTIA: 2000), tal como ocurre con las lenguas orales africanas, con los lenguajes artificiales como el esperanto o, recientemente, el posible europanto. La planificación lingüística tiene tres objetivos principales:

  • analizar los modelos reales de comportamiento lingüístico para promover los más eficaces,
  • consignar y analizar los procesos de normalización lingüística,
  • observar y describir su modo de acción particular y su interacción antes de intentar modificarlos.

La planificación lingüística unilingüe se propone garantizar el desarrollo de un lenguaje en armonía con las necesidades y hábitos de comunicación de la sociedad, la ciencia y la tecnología.

Enfoque estructurado para el trabajo terminológico

Tal como ocurre con la mayoría de las actividades a gran escala en terminología, es necesario organizar y uniformizar los esfuerzos realizados. Por lo anterior, es crucial adoptar un enfoque estructurado para consignar los términos y realizar las distintas actividades terminológicas; de lo contrario, el trabajo acabará siendo tan confuso como la terminología que pretende consignar.

Redacción técnica

Un redactor técnico deberá adaptar la terminología que utilice al nivel educativo de sus lectores y al objetivo del texto. Un mismo tema puede plantearse de formas diferentes dependiendo de la situación de comunicación de que se trate. Por ejemplo, si trabaja para una empresa especializada en fabricación de componentes electrónicos, deberá escribir utilizando un lenguaje controlado, lo cual significa que habrá palabras que no pueda utilizar en absoluto y que estará obligado a utilizar siempre ciertos términos para designar un concepto particular. Si se aparta de esas reglas y de la terminología establecida podría perder su trabajo. En estos casos, un banco de datos terminológicos (con entradas marcadas como obligatorias, aceptables o prohibidas) puede ser para los redactores técnicos una gran ayuda. Las empresas de traducción deben darse cuenta de la importancia de contar con una base de datos terminológicos cuyo contenido sea confiable y consultado siempre por los redactores técnicos.

Localización

Localizar la terminología consiste en adaptarla a una lengua y una cultura meta, por lo general con el objetivo de responder a las necesidades de mercados específicos y la preferencia de los consumidores. Una base de datos terminológicos realizada para la localización del francés en Bélgica, Canadá, Francia y Suiza y los países de habla francesa en África contendrá múltiples marcas de uso geográfico y de nivel de lenguaje (por ejemplo, familiar o jerga), además de marcas que indiquen que el término está normalizado o es de uso obligado, aceptable o prohibido. En la ficha se deberá incluir una nota que explique el significado de las marcas de uso. Los terminológos que trabajan en el ámbito de la localización deberán identificar las variantes geográficas y utilizarlas conforme al uso lingüístico de su público.