ARCHIVÉE 1.2.6. Terminología unilingüe y terminología comparada

 

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La característica que define a la terminología unilingüe, como habrá podido adivinar por su nombre, es que se lleva a cabo en una única lengua. Además de su importancia en actividades de planificación lingüística, la terminología unilingüe puede ser necesaria para garantizar la eficacia de la comunicación, por ejemplo, cuando un concepto es designado por una serie de términos diferentes y se desea dar preferencia al uso de un determinado término. Otro contexto propicio para la terminología unilingüe es el resultante de la evolución rápida de los conceptos en un campo temático, lo cual requiere analizar y definir con precisión los conceptos e identificar los términos que los designan. En estas circunstancias, puede resultar necesario crear expedientes terminológicos a fin de normalizar el uso de los términos.

La terminología comparada, por su parte, se lleva a cabo en dos o más lenguas. En este caso, es necesario realizar un análisis conceptual en cada una de las lenguas en cuestión, el cual permite observar las diferencias entre los sistemas conceptuales e identificar los términos equivalentes que los designan.

La comparación de los sistemas conceptuales, junto con el proceso de identificación de sus equivalentes en otras lenguas, puede poner de relieve la existencia de conceptos carentes de designación o préstamos lingüísticos. En dichos casos, es posible que deban crearse nuevos términos, denominados también neologismos, para designar conceptos especializados importados con su designación de origen, para designar nuevos conceptos especializados cuya denominación aún no hubiera sido traducida, o bien, para reemplazar términos en desuso o inadecuados, creados espontáneamente y sin ninguna consideración terminológica.

En este caso, el papel de la persona encargada de la investigación terminológica multilingüe y particular a una disciplina consiste en describir las lagunas identificadas, consultar con colegas y especialistas del ámbito temático en cuestión y proponer designaciones para responder a dichas lagunas y para garantizar la eficacia de la comunicación entre diferentes lenguas y la transferencia adecuada de conocimientos especializados. A fin de que el término propuesto sea aceptable y viable, debe basarse en un conocimiento sólido de las reglas de formación léxica en la lengua meta, integrarse armoniosamente en el fondo terminológico existente y ser presentado en forma clara y convincente.